Holanda: mucho para ver

Holanda es un pequeño país con muchos lugares interesantes para visitar: La Haya (Den Haag), Amsterdam, Delft, Utrecht, Volendam, la isla de Texel,.... 

Si empezamos por La Haya, recomiendo visitar el paseo marítimo de Scheveninge, tanto el muelle como el hotel-casino Kurhaus. Vale la pena invertir unos euros en unas partidas de black-jack o ruleta y disfrutar del ambiente y la decoración de la emblemática construcción. Es la playa señorial de Holanda.

 

Madurodam (la ciudad en miniatura), el Palacio de la Paz, cualquiera de sus plazas o de sus museos como la Real Pinacoteca Mauritshuis y el Gemeentemuseum, con magníficas colecciones de arte así como el Binnenhof (complejo del Parlamento) justifican unos días de estancia en La Haya. 
Amsterdam también merece dedicarle dos o tres días al menos para hacerte una idea de sus encantos. Avisar de que, al menos hace unos años (no sé actualmente), se recomendaba entrar en cualquiera de las comisarías y que te facilitaran un letrero que en el idioma local avisa de que no hay objetos de valor en el coche, de lo que me enteré al tener la desafortunada experiencia de que me abrieran el coche la primera noche por el método nada delicado de romperme el cristal del conductor con un ladrillazo. Otro consejo es no utilizar el coche privado. Aparcar es complicado y caro. Hay que buscar los parkings en las afueras de la ciudad (existe una gran red de parkings distribuidos por todo el anillo exterior de la ciudad) y desplazarse con los tranvías.

El alojamiento no es problema y hay para todos los bolsillos. A precios razonables junto a los canales que atraviesan la ciudad hay numerosos hoteles pequeños con buena relación calidad precio. Recomendable un pequeño crucero nocturno por los canales. El Rijksmuseum, el Barrio Rojo, la plaza Dam o la plaza de Rembrandt,... son múltiples los lugares con encanto que hacen de Amsterdam una ciudad inolvidable. Un consejo para descansar de una tarde de pateo: junto al centro de información de turismo en la estación central, realmente bajo la misma oficina hay un restaurante con terraza al canal donde por 2,5€ puedes disfrutar de bola de helado y vistas al canal y la ciudad.

Zaanse Schans fue una agradable sorpresa. Situado al norte de Amsterdam, es un verdadero pueblo-museo creado para enseñar al visitante los antiguos oficios de los molinos: serrería, moler trigo, hacer aceite,.....es una visita que merece pasear durante media jornada y que acerca a las tradiciones holandesas.

Otro destino para no perderse es la región de Wadden. El Mar de Wadden y el Mar del Norte están separados por cinco islas: Texel, Vlieland, Terschelling, Ameland y Schiermonnikoog. En todas las islas predominan los espacios tranquilos y abiertos, las playas y las dunas, una flora y una fauna exuberantes, los cielos abiertos y unas vistas que se extienden varios kilómetros a través del mar del Norte y el Mar de Wadden.  Recomendable embarcar el coche en uno de los ferrys que te llevan a la isla de Texel y visitar su reserva natural marina.

Rotterdam nos sorprendió por su exuberante arquitectura moderna donde los volúmenes y las formas de los edificios sorprenden por su originalidad. Las casas cubo, el nuevo mercado   , la Iglesia de San Lorenzo, el puerto y sus edificaciones,.... edificios antiguos y modernos se alternan y conviven en un perfecto equilibrio.

 

El puerto pesquero de Volendam, Utrecht, ..... merecen dedicarles también su tiempo. En Utrecht destacar el paseo nocturno por la ciudad. Hay que descargarse una app en el móvil y te indica, en un plano, un itinerario con círculos luminosos en el suelo de las calles que siguiéndolos te llevan por los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Comentar por último que cada 10 años se celebra una exposición floral, la Floriade, digna de visitarse (este año 2012 se celebró en Venlo al sureste de Holanda) y donde se recrean diversos tipos de jardines de todo el mundo y donde la explosión de colores es inimaginable.  Millones de flores con las que durante varios meses se sorprende a los visitantes.